Descubre por qué este humilde plato ha sido un pilar de la cocina chilena por generaciones, y aprende a prepararlo como se hace en casa.
En cada rincón de Chile, desde el altiplano hasta los campos del sur, los porotos han sido mucho más que un simple alimento. Este plato ha acompañado a generaciones de familias chilenas, siendo símbolo de hogar, tradición y calor humano. Ya sea en versión “con riendas”, granados o refritos, los porotos representan un lazo entre el campo y la ciudad, entre abuelos y nietos, entre el pasado y el presente.
Los porotos no solo alimentan el cuerpo, también cuentan una historia. En tiempos de cosecha, eran protagonistas de los almuerzos campesinos. En la ciudad, reconfortan en días fríos y evocan recuerdos de infancia. Su versatilidad, sabor y valor nutricional los han mantenido vivos en la memoria y el menú chileno.
Receta de Porotos con Riendas (versión tradicional):
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Ingredientes (para 4 personas):
2 tazas de porotos (preferentemente burros o hallados)
200 g de zapallo camote
1 cebolla picada en cubitos
1 zanahoria rallada (opcional)
2 dientes de ajo picados
1 cucharadita de ají de color (paprika)
1 cucharadita de comino
Sal y pimienta al gusto
200 g de tallarines (idealmente n°5)
1 chorizo o longaniza (opcional, pero le da un toque especial)
Un chorrito de aceite vegetal
Preparacion
1. Remojar los porotos la noche anterior en abundante agua. Al día siguiente, enjuagar y cocer en agua nueva junto con el zapallo en cubos, por aproximadamente 1 hora o hasta que estén blandos.
2. Aparte, hacer un sofrito con la cebolla, el ajo, el ají de color, el comino y la zanahoria. Si usas chorizo o longaniza, agrégalo picado al sofrito para que suelte sabor.
3. Una vez listos los porotos, incorporar el sofrito a la olla. Agregar sal y pimienta al gusto.
4. Añadir los tallarines partidos por la mitad y cocer hasta que estén al dente (unos 10-12 minutos).
5. Revolver bien, ajustar el líquido si hace falta (agregar agua caliente), y dejar reposar 5 minutos antes de servir.
Consejo de la casa:
Sírvelos con un toque de merkén o una cucharadita de pebre encima para un sabor más intenso.